¿Qué es LOM®?

El sesenta por ciento de la actividad de nuestro cerebro consiste en imágenes. Las imágenes representan y dan forma a nuestros recuerdos, así como los sentimientos y pensamientos asociados con estos recuerdos. Por lo tanto, tiene un gran efecto en nuestro estado de ánimo si alimentamos nuestro cerebro tanto con imágenes estresantes como con imágenes de alivio.

En su trabajo, Jörg Merz y Bettina Egger descubrieron criterios que son importantes para que las imágenes tengan un efecto positivo. Al comparar constantemente qué tipo de imágenes tienen un efecto positivo y cuáles no, el método LOM® se desarrolló de forma gradual. En este proceso, a lo largo de años de investigación, se hizo cada vez más claro qué se debe tener en cuenta para que una pintura sea curativa o efectiva. Por ejemplo, es importante que los cuadros se pinten de forma lenta, opaca y con un contorno claro para señalar relajación (en lugar de estrés) al centro emocional. Además, la imagen se debe pintar en grande y con un fondo tranquilo para garantizar que nada estresante ocupe el espacio.

En el caso de un trauma o si se trabaja con sueños, se pinta una imagen real que se recuerde; y en el caso de emociones o cogniciones, se pinta una metáfora. Sea cual sea el proceso, con LOM® las imágenes no se interpretan, sino que la atención se centra en la solución del problema. Este se resuelve creando una nueva impresión curativa a través de la pintura de las imágenes, y no con la expresión de sentimientos a través de estas imágenes.

LOM® se puede utilizar con eficacia para una gran variedad de problemas. Por ejemplo, se puede reducir el estrés, curar traumas, solucionar conflictos en las relaciones y encontrar nuevas perspectivas vitales. También es posible trabajar específicamente sobre síntomas o sobre conflictos de relación, trabajar en nuevas habilidades, apoyar los procesos de toma de decisiones o el paso a una etapa diferente de la vida. Se puede trabajar tanto con las emociones o creencias estresantes como con los sueños.